Los hábitos radican en la repetición continua de actos o actividades en el tiempo. Su importancia radica en que construye nuestra identidad. Y efectivamente existen hábitos buenos y malos en nuestras vidas, que nos permiten desarrollarnos y otros que nos inmobilizan y nos provacan retroceso. Es así que, cada acción es una paso a favor por la persona en quien nos queremos convertir. Por lo tanto, es fundamental definirlo, ¿quiero ser emprendedor?, ¿quiero ser saludable y pesar menos?. ¿quiero ser exitoso?, ¿qué es lo que realmente quiero ser?.
Una vez que definas en quién te quieras convertir, debes saber que la manera más efectiva de cambiar los hábitos que te alejan de la persona que deseas ser, consiste en enfocarse en quién te quieres convertir y no en lo que quieres lograr. Los logros entendemos que son visibles y fáciles de percibir en las personas que tienen éxito, sin embargo lo que está detrás de ese éxito no se basa en lo que hacen, sino en quienes son. Cuando te esfuerzas por alcanzar un logro, una meta, una vez que lo consigues, las actividades que hacías para alcanzarlo desaparecen. El hábito debe nacer de ti, de tu identidad, de quién eres, no de lo que haces, solo así es sostenible en el tiempo, trasciende y puede transformar tu vida. Seguramente una vez que dabas un examen para pasar un materia, no volvías a revisar ese contenido, porque ya alcanzaste tu logro, ya pasaste, y el estudio o desarrollo de ese tema quedó ahí, no trascendió más halla de la meta o logro.
Según James Clear hay tres niveles de cambios para alcanzar el desarrollo de un hábito: los resultados (el externo, que se visualiza fácilmente), el cambio de proceso (se refiere al procedimiento, el paso a paso de la actividad) y el cambio de la identidad (se refiere a tu ser, a quién es el individuo que realiza esta actividad, aquí están los motivos de donde parte todo).
Para que logres convertirte en la mejor versión de ti, es necesario que constantemente revises y corrijas tus creencias, actualices y expandas tu identidad. La verdadera razón por la cual los hábitos importan no se debe a que te ayudan a alcanzar resultados, se debe a que son capaces de cambiar tus creencias acerca de ti, construyendo una nueva identidad.
Los hábitos está estructurados por un ciclo definido que se lo plantea a continuación:
Señal – Anhelo – Respuesta – Recompensa
Estos cuatro fases podemos estructurarlas en dos:
La Fase del Problema que consideran los puntos 1 y 2,
La Fase de la Solución considera los puntos 3 y 4.
Toda conducta esta dirigida por resolver un problema o deseos que se presente en nuestras vidas. Es así, que implementar o eliminar hábitos depende de:
PRIMERA LEY (Señal) | Hacerlo Obvio |
SEGUNDA LEY (Anhelo) | Hacerlo Atractivo |
TERCERA LEY (Respuesta) | Hacerlo Sencillo |
CUARTA LEY (Recompensa) | Hacerlo Satisfactorio |
PRIMERA LEY (Señal) | Hacerlo Invisible |
SEGUNDA LEY (Anhelo) | Hacerlo poco atractivo |
TERCERA LEY (Respuesta) | Hacerlo difícil |
CUARTA LEY (Recompensa) | Hacerlo insatisfactorio |
A continuación, un formato de “Seguimiento de Hábitos”
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